sábado, 9 de marzo de 2019

La perdí como un guante



Se fue hace tres meses y tan a gusto. Ahora tengo más sitio en los armarios y veo el canal de la tele que me da la gana.

Pero esta mañana .... ¡Joe también es casualidad Le pedí a un colega que necesitaba fumar y con la excuse me escaqueé del curro. ¡Qué rollo todo el día viendo y custodiando cuadros! ¡Quién se los va a llevar! 

Y cuando vuelvo, allí estaba. No la había vuelto a ver desde que me levante una mañana y se había pirado. Ni una nota. Y de repente, enfrente de mí, viendo su cuadro favorito. Bueno el único que nos gustaba a los dos, del que teníamos una copia en casa. Y digo teníamos, porque se lo llevó.

Intenté hacer mutis, pero algo me llamó la atención porque brillaba en el suelo. Me pareció rosa. Y lo era. Uno de esos guantes que yo le compraba y le hacía probarse delante de mí desnuda. Note que se me estaba humedeciendo mi entrepierna y traté en vano de huir. Ella se giró y me llamo, provocando la mirada de sorpresa de los visitantes.
Me volví avergonzado y ella triunfante me lanzó su guante rosa provocador a la cara, mientras me preguntaba: .- ¿Es que no vas a probármelo Juan? ¿O necesitas que me quite algo de ropa?

Salí de allí corriendo y jurando que jamas compraría guantes a ninguna mujer. Ahora trabajo en un super.


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