Si alguien se planteara si es posible pasar a la historia de la literatura por casi sólo un libro, tendría una respuesta afirmativa en el caso de J.D. Salinger, escritor de culto norteamericano. Su figura de recluso literario, encerrado en su cabaña de New Hamsphire y alejado del mundo hace más de cuatro décadas, alimenta el misterio que le ha rodeado. Su novela The catcher in the rye (El guardián entre el centeno) ha pasado a la historia como la más fascinante y leída narración de la literatura norteamericana del siglo XX. Se calcula que ha vendido desde que se publicó en 1951 más de sesenta millones de ejemplares y cada año se reeditan e imprimen 250.000. Esta novela da la voz, en una especie de monólogo continuo, a un adolescente, Holden Caulfield, que expresa su angustia e ira frente al mundo de modo feroz. Late como tema central el miedo a crecer, a hacerse adulto y a la responsabilidad. El mundo de los adultos se siente falso e hipócrita contemplado desde esa mirada de pureza todavía incontaminada que es el mundo de Holden, un muchacho que rememora desde el psiquiátrico tres días de su vida y su deambular por Nueva York manifestando su odio, su aversión y su crítica mordaz frente a los personajes que se encuentra aunque en algunos momentos también deja salir su ternura como la que siente hacia su hermana pequeña que lo idolatra, pero a la que también abandona.
Los 59 años pasados desde su publicación no han disminuido el impacto y la sacudida que provoca esta narración en los lectores, más si estos son adolescentes. He tenido ocasión de comprobarlo proponiéndola como libro de lectura en cuarto de la ESO y la mayoría de los alumnos lo consideraron como la mejor novela que habían leído ese curso y algunos sostenían que era la mejor que habían leído o leerían jamás. Muchos se sintieron identificados con ese personaje y disfrutaron de sus fobias y su lenguaje soez. El fluir del habla de Holden atrapa porque es totalmente diferente a la de cualquier héroe literario, y más de los de esas babosas novelas para adolescentes políticamente correctas, moralizadoras y educativas en valores. Porque El guardián entre el centeno no es una novela convencional. Es corrosiva y potencialmente peligrosa. Algunos críticos y profesores en Estados Unidos alertan sobre el efecto disolvente de este relato. Y es que Salinger en algún sentido se ha convertido en una religión y sus lectores en devotos seguidores de un misterio. Recordemos que el asesino de John Lennon llevaba encima esta novela.
Pero ¿quién era su autor? Sólo disponemos de dos fotografías de él porquese encerró y ocultó para protegerse del mundo en su cabaña de Cornishya en 1952, abrumado por el éxito de su novela. No publicó nada más e impidió legalmente que se publicaran biografías sobre su figura e incluso que un autor sueco continuara la historia de su protagonista Holden. Su hija publicó, no obstante, un libro titulado El guardián de los sueños en el que presentaba una imagen terrible de su padre. Egocéntrico, cruel, autoritario, machista, diabólico, extremadamente susceptible, despreciativo de cualquier debilidad humana, seguidor de religiones en busca de la iluminación como la de la Cienciología, la Dianética, laCiencia cristiana o el budismo. Se sometía a ritos de purificación incluso bebiendo orina. Aprovechó su fama y mito creado dejándose querer por muchachas de dieciocho años (cuando él tenía 53) a las cuales destruía psicológicamente y abandonaba. En muchos sentidos podemos decir -y es la imagen que da su hija de él- que fue un hijo de puta en el peor sentido de la palabra, pero los juicios morales no nos ayudan a descifrar el misterio y el hechizo que sigue emanando de su novela que camina por el filo del precipicio y se incluye dentro de la literatura maldita.
Muchos adolescentes y adultos tienen a esta novela como un libro totalmente de culto, y la sombra que rodea al autor, su maldad incluso, actúan como elementos que confieren un brillo diabólico a esta narración especialmente pero también a otros relatos suyos menos conocidos como los que tienen como eje a la familia Glass: Nueve cuentos y Franny y Zooey . El protagonista del cuento Un día perfecto para el pez plátano,Seymour Glass, perteneciente a los Nueve cuentos, se suicida en un día perfecto y en la playa. Su hija decía, no sin admiración, que no era raro que muchos de sus protagonistas se suicidaran o vivieran tan alejados de la realidad. Y es que los personajes de Salinger tienen mucho de él que fue un eterno y malvado adolescente, incapaz de soportar al mundo del que tuvo que exiliarse y vivir en la más absoluta oscuridad y silencio. No sabemos si escribió algo más. El dijo una vez en la única entrevista que concedió al New York Times por teléfono que había una paz maravillosa en no publicar. Quizás los que entren ahora en su cabaña encuentren algo que él no podrá impedir que se publique. Pero ¿escribiría algo que mereciera la pena después de esta novela iniciática?
Salinger se ha ido pero el personaje que encarnó sigue sumido en el misterio.
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Muy bueno esto de Salinger. Una vez leí algo sobre sus rarezas, supongo que también habrá parte de leyenda en ello, como siempre. Dicen que se alimentaba de guisantes congelados, directamente de la bolsa. En cuanto a lo de John Lennon, es cierto que el asesino, Mark Chapman, estaba obsesionado con el Guardián entre el Centeno, y con la Biblia. Juntando ambos libros se le formó un lío en la cabeza que le llevó a matarlo. Es una historia muy, muy rocambolesca. Si te interesa el tema mira esto:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=VYb77a6lSOI