EL ASOMBRARIO ( Cartas de Guille a Director )
En la Redacción de ‘El Asombrario’ hemos recibido una nueva carta de Guille, un niño de nueve años. Y es la cuarta. Creemos que tiene algo que ver con el escritor Alejandro Palomas, que, por cierto, acaba de publicar su nueva novela juvenil protagonizada por Guille, ‘Un secreto’ (Destino). Hoy nos plantea si podemos pedir que las bibliotecarias, a las que tanto quiere y admira, cobren un poco más, para que puedan regresar cada noche a sus casas, y no tengan que dormir en las bibliotecas.Buenos días, señor Director. Vuelvo a ser Guille. Es que estoy en la biblioteca de la plaza, que se llama Municipal, porque mi padre se ha olvidado de venir a buscarme y Lola, la señora que trabaja aquí, me ha dicho que puedo quedarme leyendo mientras le espero. Lo que pasa es que mi padre hace muchas cosas todo el rato y a veces llega muy tarde a buscarme y dice “es que no doy, no me da la vida” y una vez en el coche se puso a sudar y respiraba muy raro, como si hubiera dado diez vueltas al patio de gimnasia y hubiera llegado el último como Lorena Silva, que aunque repite curso va muy lenta porque merienda Donuts y zumo de bote y bueno.Es que la señora Lola me ha dado una manzana y ha dicho “toma, una pieza de fruta siempre viene bien” y luego se ha puesto a ordenar libros con un carrito hasta que ha llegado un chico mayor aunque no mucho y han hablado así muy bajito porque es la biblioteca y si hablas te ponen un negativo y entonces ella se ha reído como que no quería pero sí, y ha dicho “Ay, Jose, si es que yo vivo aquí, parece que no lo sepas”. Entonces he notado una cosa por encima de la barriga que era dolor aunque distinto, porque seguro que lo de que la señora Lola vive en la biblioteca era un secreto mundial de los espías de Miami del Norte y para que no me vieran me he tapado la cara con el libro de La sirenita, que es nuevo porque es en moderno. Es que la señora Lola siempre me da libros muy chulos con dibujos que se llaman ilustraciones y dice: “Este te gustará mucho, Guille. Ya verás”. Y en el de hoy, la Sirenita ya no se ahoga como pasaba en el antiguo, que era de un señor que siempre estaba triste porque era de Dinamarca. En el nuevo, la Sirenita se hace capitana de un barco moderno porque estudia en la Cruz Roja y como no quiere novio ni nada, rescata a personas del mar que van en barcas de goma sin tapón. La señora Lola me dijo ayer que a lo mejor a Ariel le pagaban menos que a los sirenos y se quejó muchas veces, pero como nadie le hacía caso al final se cansó.Lo que pasa, señor Director, es que yo creía que las bibliotecarias solo estaban en la biblioteca un rato largo y después se iban a casa con su familia, pero ahora ya sé que viven aquí y seguro que tienen una cama que está detrás de una pared secreta con libros y a lo mejor no pueden salir ni nada porque son esclavas y les pagan muy poco y por eso nunca comen ni tienen un piso. ¿Y usted podría llamar por mensaje de móvil al presidente del mundo de España y contarle el secreto sin que se entere nadie y decirle que les pague una semanada de diez euros o más para que puedan tener vacaciones y no se mueran jóvenes de tanto trabajar sin que les dé el aire? Es que si no, seguro que se mueren muy jóvenes y si la señora Lola se muere seguro que cierran la biblioteca y ponen un súper o un gimnasio de músculos y ya no me dejarán quedarme aquí cuando papá se olvide de mí.Y entonces…Entonces ¿quién fabricará los libros gratis con los cuentos modernos y nos dará la merienda que no engorda y apagará los ordenadores y las luces cuando no haya nadie porque si no se gasta la luz que dice papá que está muy cara y eso sí que no?Y otra cosa, señor Director: ¿Puede preguntarle también al presidente si las bibliotecarias son como Mary Poppins porque se quedaron huérfanas muy pequeñas o son así porque leen todo el rato para encontrar secretos que duelan y quitarlos de los libros antes de abrir por la mañana?Y ya está porque creo que padre me llama desde la calle con la bocina ronca.
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